Yang Yoga es un estilo de yoga que es una manera efectiva de fortalecer, tonificar y estirar todo el cuerpo. Mejora la digestión, profundiza la respiración, relaja la mente y expande la conciencia. Te sentirás más enérgico, más flexible, más fuerte y menos estresado. Yang Yoga es apto para todos y te ayudará a sentirte en forma y con más energía.
Yang Yoga se refiere a todos los estilos dinámicos de yoga, tales como: Hatha/Vinyasa, Vini, Ashtanga, Iyengar, Anusara, Kundalini, Poder, etc. El objetivo de estos tipos de yoga es generar calor interno. Utilizan la respiración de Ujjjayi (pranayama) y secuencias dinámicas que consisten en movimientos repetitivos (asanas) que fortalecen, alargan y tonifican los músculos. El Yang Yoga no se enfoca ni alcanza los tejidos conectivos (fascia, articulaciones, ligamentos o tendones) tanto como el Yin Yoga. El tejido conectivo es más rígido y necesita un trabajo y unas posturas distintas que los realizados con los tejidos más elásticos de nuestro cuerpo, como los músculos.
Yin y Yang Yoga son estilos diferentes, pero se complementan entre sí para alcanzar su objetivo común: equilibrar, purificar y armonizar el cuerpo y la mente. Pero sobre todo para permitirnos sintonizar con nuestra verdadera naturaleza, para que la energía dentro y alrededor de nosotros pueda fluir libremente.
Una gran parte de la práctica del yoga es el desarrollo de la conciencia. Que te ayuda a observar las necesidades diarias (mentales, emocionales y físicas) para que puedas elegir y adaptar tu práctica del día a ello. Todos los cuerpos son diferentes y también sus necesidades, que además varían de un día para otro. Si tienes, por ejemplo, un cuerpo muy flexible y tienes dificultades para conectar con tus músculos, puede ser que necesitas practicar más Yang y menos Yin Yoga. Lo mismo ocurre, por supuesto, en situaciones opuestas.